Málaga, ciudad milenaria y cuna de la cultura mediterránea, se ha convertido en la primera potencia turística de Andalucía.
La capital de la costa del sol, con un clima que la hace una de las regiones más cálidas de Europa, es un atractivo para todo tipo de viajeros internacionales.
La zona costera de Málaga, con 900kms de longitud, cuenta con un incontable número de ofertas gastronómicas, destacando las frituras andaluzas como símbolo de una cocina sencilla pero con personalidad e historia así como también se pueden encontrar otro tipo de restaurantes mucho más clásicos galardonados con estrellas Michelin.
También se puede disfrutar de una gran diversidad de paisajes que van desde escenas volcánicas a frondosas sierras pasando por largas áreas de costa todavía vírgenes.
Su ubicación geoestratégica en el sur de Europa y en la frontera con el Magreb, hacen que las oportunidades de negocios sean muy amplias y debido a las buenas relaciones internacionales, el desarrollo económico de la zona está en auge.